El garrote vil consiste en un aro de hierro con que se sujeta, contra un pie derecho,
la garganta del sentenciado, oprimiéndola en seguida por medio de un tornillo de paso
muy largo, hasta conseguir la estrangulación.
La picota es una piedra
vertical y en punta, natural o de construcción, en cuyo pico se ponía antiguamente la
cabeza de los ajusticiados y maleantes para perpetuación de su culpa y castigo, así
como para lección de camineros y pueblo en general.